Versión pedrestre del Gravity de Cuarón, All is Lost es la recreación de una campaña de pura supervivencia. El velero de
Robert Redford choca accidentalmente contra un contenedor en medio del Índico,
lo que supone el comienzo de una serie de catastróficas desdichas que llevan al
viejo marinero a enfrentarse con todo tipo de adversidades en el mar,
incluyendo el riesgo de su propia muerte. El director de Margin Call, J.C. Chandor, juega algunas buenas bazas pero
desaprovecha otras. Por ejemplo, el film
puede ser disfrutado por personas que conozcan el manejo de un velero y la vida
en el mar pero el personaje de Redford sorprende por algunos de sus
comportamientos. Por otro lado, la estructura de la trama sigue paso a paso el
viejo adagio épico-narrativo “después de la tormenta vendrá la calma”, lo que termina
por aburrir al espectador, en una película que no pretende ser épica sino
intimista (de ahí su sobriedad general). Finalmente, los efectos digitales son
como de telefilm de Antena 3 (esos
bancos de peces, esos tiburones…), lo que resta credibilidad al conjunto. Por
otro lado, si bien este Redford versión photoshop
pone el cuerpo y la cara apropiadas en la mayoría de los casos, en otros no
parece del todo convincente, aunque el papel tampoco exige mucho, la verdad.
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