Extraordinaria disección de pareja, llevada a la pantalla con el habitual talento estético de Nicolas Roeg
y con la sabiduría de quien sabe de lo que habla. Asimismo, la película está
construida mediante una estructura narrativa tan compleja como fascinante, en
la línea del Dead Certainties de
Simon Schama: una mezcla de recuerdos personales, realidad contrastada e
investigación policial, que desarrolla una historia tan sofisticada como ruda,
lo que es subrayado por etéreos contrastes irónicos, como el que forman los
cuadros de Gustav Klimt y de Egon Schiele de los títulos de crédito, por
ejemplo, o, más sofisticadamente, el que sugiere la música de Keith Jarrett y de
Tom Waits (y de los The Who, por cierto). Las concesiones a la época (esos zooms,
esa obsesión por el psicoanálisis, el famoso colour test) no hacen sino ayudar a contextualizar un film que, por otro lado, trasciende su
momento y se hace atemporal aunque, de hecho, ya fue adelantado a su tiempo,
como la propia Viena de Freud, Schnitzler y Hofmannsthal, tal y como nos han
enseñado Carl Schorske, Peter Gay, Stephen Toulmin o el Josep Casals de Afinidades vienesas. Una obra fascinante
que, hasta cierto punto, supone un regreso a ese mundo emocional e intelectual
que ha obsesionado a otros muchos creadores, como el Ken Russell del biopic sobre Mahler. Fascinante la interpretación
de Theresa Russell y de Harvey Keitel; sorprendente la estampa de Art Garfunkel
y de Denholm Elliott.
Magnífica pastilla, Zineface! Vamos a ver la película. Gracias!
ResponderEliminarQuerido Anónimo: muchísimas gracias por tu comentario y por tus palabras! Zineface estará encantado de conocer tu opinión sobre el film, una vez lo hayas visto. Muchas gracias, de verdad.
ResponderEliminarHe visto la película y me ha gustado mucho. Un poco lenta y larga, pero es buena. Tiene algunas cosas repetitivas y algunas forzadas, pero me ha encantado. La actuación es una maravilla. Casi lo mejor de todo. Gracias por la pastilla.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuerido Anónimo: Zineface se alegra muchísimo de que te haya gustado la película. Evidentemente, tiene esas repeticiones y esas escenas forzadas que tú comentas pero el resultado final es muy satisfactorio, dentro de su complejidad formal. Y, por supuesto, las interpretaciones son brillantes, claro que sí. Muchas gracias a ti por tu comentario y por tu interés en el blog. Un abrazo.
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