Elegante y reflexiva radiografía de la institución matrimonial, desde el encuentro casual y el
enamoramiento hasta los juegos del aburrimiento y la infidelidad. El guión fue desarrollado
por el escritor y periodista Frederic Raphael (el mismo que, varios
años más tarde, escribiría junto a Stanley Kubrik Eyes Wide Shut, sobre la conocida novela de Schnitzler). La
historia está narrada subvirtiendo la forma lineal tradicional, mediante una
concepción postmoderna y rítmica del tiempo (Deeds Ermarth), a base de diversos trazos
temporales y flashbacks que se
entrecruzan. Lo cual enriquece acertadamente esta road movie matrimonial, especie de Bonnie & Clyde kitsch, que finalmente se queda en el
corazón del espectador con su conseguida mezcla de comedia, drama y una parte
justa de nostalgia, apuntalada por el sublime score de Henry Mancini. Excelente y magnética pareja protagonista,
una hermosísima e ingeniosa Joanna (Audrey Hepburn) y un jocoso y cínico Mark
(Albert Finney). Por decir una indiscreción, algunos de los vestidos que luce
Hepburn en ciertas escena del film son
francamente demodé, justo al
contrario que la visión que de las relaciones de pareja ofrece la película. En
uno de sus primeros papeles, podemos encontrar a Jacqueline Bisset. Junto a Charada, la obra maestra de Stanley
Donen, restando Cantando bajo la lluvia,
ya que la rodó junto al gran Gene Kelly.
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