Dos policías, de
estilos y formación muy diferenciados (instintivo y supersticioso uno; racional
y metódico el otro), se involucran en la investigación de una serie de
asesinatos con violación, realizados, al parecer, por un psycho killer de la misma zona rural donde están apareciendo los
cadáveres. Sobre algunas de las convenciones del género, en su versión USAmericana, influencias del cine de Vajda y sin ningun tipo de estridencias estéticas,
rimbombancias narrativas o shocks
técnicos, Joon-ho Bong firma un clásico del thriller
sur coreano reciente, con un sentido del humor endiablado y algunas imágenes
realmente impactantes. Mención aparte merece la impecable puesta en escena, la iluminación
nocturna, la vivacidad de algunos planos secuencia y la originalidad de varios
encuadres y travellings (por ejemplo,
uno que retrocede respecto del rumbo de una persecución). La trama se centra en
las pormenorizadas pesquisas de la investigación policial, con un carácter
obsesivo y trágico, similar a Zodiac, y
con esa naturaleza inconclusa que, en ocasiones, caracteriza a la brutalidad de
lo ordinario. Nada que ver con la telemovie
del mismo título, de 1990.
No hay comentarios:
Publicar un comentario