viernes, 10 de abril de 2015

70 minutos para huir (Aka Miracle Mile)

3.5*

Harry Washello (Anthony Edwards) conoce un día cualquiera de trabajo a Julie (Mare Winningham), la chica de sus sueños, de la que se enamora y con la que queda unas horas después en la cafetería donde ella trabaja, en Miracle Mile, un barrio de Los Ángeles. El despertador no funciona correctamente y, cuando llega tarde a la cita, la chica no está y, curiosamente, el teléfono de la cafetería no deja de sonar. En cuanto lo coje, una temblorosa voz le comunica que en 70 minutos van a caer unos misiles nucleares que ya han salido de su destino. A partir de este momento se desencadena todo un conjunto de situaciones imprevisibles que tienen como hilo conductor la huida de los personajes para salvarse de la inminente hecatombe nuclear. La película está dirigida por Steve De Jarnatt (el creador de la videoclubera Cherry 2.000) y muestra una sofisticación en la composición de los planos, en la planificación y en la dosificación del ritmo y del desasosiego, propios de un artista consagrado, no de un cuasi debutante. Fotografía crepuscular y artística, que saca buen partido apocalíptico de la geografía urbana. La BSO, atmosférica y tensa, como la que los mismos Tangerine Dream compusieron para Risky Business. Las interpretaciones, convincentes como el acento siciliano de Robert de Niro en El Padrino II. Y el final, por cierto, es uno de los más valientes del género aunque, desde el punto de vista dramático, es un tanto insatisfactorio.

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