Los secretarios de estado
USAmericanos y sus portavoces de prensa, tradicionalmente, vienen negando la
ingerencia de los EE.UU. en las políticas nacionales de terceros países. Sin
embargo, casi el 100% de la opinión pública sabe que eso no es verdad. De
hecho, los EE.UU. quizá sea el país más intervencionista del siglo XX. Por eso
no es extraño encontrar películas como esta. Nick Nolte, Gene Hackman y Joanna
Cassidy componen un trío de periodistas que viajan allí donde hay una guerra y
allí donde el país de las oportunidades se entromete por cuestiones de seguridad
nacional, según se dice desde las instancias del poder. Tras pasar por Asia, acaban recalando en Nicaragua,
donde Somoza, un grotesco dictador que es apoyado por la CIA, campa a sus
anchas a costa de su torturado pueblo. Además de cuestiones amorosas y
sentimentales, los personajes se verán compelidos a desentumecer su conciencia
y, sobre todo, tendrán que poner a prueba su sentido de la justicia y del
compromiso político. Una de esas gloriosas producciones progresistas que
intentaron contrarrestar la militarista visión de la realidad, tal y como fue
promovida por la administración Reagan durante la ultraconservadora década de
los ochenta. Una película política, en el buen sentido de la palabra, que no
renuncia a entretener al espectador con una trama lúcida y, a la par,
emocionante. Buen trabajo de los actores, por cierto. Completa el reparto,
significativamente, un estimulante Jean-Louis Trintignant, casi un símbolo del
colonialismo tradicional europeo.
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