En una pequeña ciudad del
Noroeste USAmericano han comenzado a suceder cosas muy extrañas. En el
cementerio de Morningside, un hombre muy alto y siniestro está extrayendo
cadáveres de las tumbas y de los panteones con el objetivo de… Bueno, en fin,
eso mejor que lo intente descubrir el espectador. Dos hermanos del pequeño
pueblo donde está el cementerio Morningside, y un vendedor de helados, serán
quienes habrán de averigüar lo que está pasando. Origen de toda una saga que ya
va por la 5 entrega, este Phantasma
de 1979 supone una vuelta de tuerca respecto de los argumentos tradicionales
del género de terror a mediados y finales de la irredenta década de los setenta
(psychokillers, zombies, casas
encantadas, vampiros, etc.). En este sentido, su creador, Don Coscarelli,
intenta sorprender de forma crónica al público con una trama salpicada,
interminablemente, de sorpresas,
confusiones y giros de guión. Aunque, película a película, se puede
llegar a entender algo de una historia que bascula entre el horror, la ciencia
ficción y las plots tipo Salem’s Lot. Por otro lado, el film puso de moda, en un pequeño pero
fiel sector de la audiencia, la figura de Angus Scrimm, la del héroe heladero y
la de las propias bolas-voladoras-absorbe-cerebros. En definitiva, una cinta
curiosa, entretenida y correctamente rodada. Además, la película es poseedora de un icónico tema del fantaterrorífico contemporáneo.
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