sábado, 31 de diciembre de 2011

Mis 5 películas imprescindibles de 2011:




-       Los descendientes, de Alexander Payne.
-       Warrior, de Gavin O’Connor.
-       Midnight in Paris, de Woody Allen.
-       El niño de la bicicleta, de Los hermanos Dardenne.
-       El Ilusionista, de Sylvain Chomet.



miércoles, 21 de diciembre de 2011

Apocalypse Now Redux

5*

Durante muchos años, Francis Ford Coppola había acariciado la idea de adaptar El corazón de las tinieblas, uno de los relatos más inquietantes del escritor Joseph Conrad. Por eso, tras encadenar la primera parte de El Padrino, La conversación y su tercera obra maestra, El Padrino II, Coppola, en la cima de la popularidad y el reconocimiento crítico, decide sacar adelante este proyecto, tanto tiempo acariciado, transformándolo en la primera producción de su recién inaugurado estudio, Zoetrope. Coppola escribió el guión sobre el borrador original de John Millius, con una mezcla muy fiel de elementos originales de la novela pero trasladados a la guerra del Vietnam, multitud de variaciones y, también, influencias dispersas de T.S. Eliot, La rama dorada e, incluso, Kipling. Tras más de 16 meses de rodaje infernal en la Filipinas de Ferdinand Marcos, Coppola tuvo que montar una primera versión seleccionando de entre más de 200 horas de filmación. De hecho, la edición final de la película llevó casi dos años más. El resultado, Apocalypse Now, es una película meándrica, sinuosa, como el propio río que debe remontar el capitán Willard (Martin Sheen) para localizar y eliminar al coronel Kurtz (Marlon Brando), una especie de semidios de la guerra que resulta antipático a sus superiores y que ha experimentado el verdadero horror. En el plano técnico, Coppola apoyó su historia en una impactante fotografía de Vittorio Storaro y en un diseño de producción creado por Dean Tavoularis, además de contar con una BSO mítica –con fragmentos de The Doors y de Richard Wagner- y una excelente producción de sonido. En el plano artístico, y una vez rechazado Harvey Keitel para el papel de Willard, el reparto quedó conformado por unos enormes Marlon Brando y Martin Sheen. Además, el film cuenta con un prodigioso Robert Duvall (completan el reparto, Sam Bottoms, Laurence Fishburne, Frederic Forrest, Dennis Hopper y Harrison Ford). Esta versión, ampliada hasta los 202’ (desde los 153’ de la versión original de 1979), no hace sino acrecentar los meandros y recodos del río que recorría la versión anterior, añadiendo la excepcional escena de la plantación francesa, entre otras. Una película enorme, desmesurada, incluso grandilocuente, como buena parte de la filmografía de su autor; una película que acaba resultando un alegato antibélico simplemente mostrando la lógica destructiva, absurda e irracional de la guerra, incluida la de Vietnam, cuyas consecuencias en los soldados usamericanos ya habían sido retratadas en la extraordinaria El cazador, de Michael Cimino (1978).
 


domingo, 18 de diciembre de 2011

Los ojos sin rostro

3.5*

 
La filmografía de Georges Franju (uno de los fundadores de la Filmoteca Francesa) es muy poco conocida en España. Además de su mediometraje sobre los mataderos parisinos (Le sang des bêtes) y algún que otro policíaco, no se conoce mucho más de su obra. Salvo Los ojos sin rostro, de 1960, película que ha ejercido una enorme influencia en distintos géneros y en distintas cinematografías posteriores. Por ejemplo, en nuestras tierras, casi inmediatamente después, Jesús Franco utilizó parte del argumento (junto con la influencia de Dassin) en su excelente y personalísima Gritos en la noche. Los autores del guión fueron nada menos que Pierre Boileau y Thomas Narcejac, los creadores de Las Diabólicas, y contaron con la colaboración de Claude Sautet. Con alguna velada referencia a Victimes de devoir, de Ionesco, Franju nos ofrece una estilizada historia de terror y suspense, muy bien narrada, ejemplarmente montada, con una absorbente fotografía en blanco y negro y una BSO competente, obra de un novato Maurice Jarre. Un clásico del misterio que resume la mejor de sus bazas en su apuesta por mezclar belleza, lirismo y horror. Por cierto, el propio Franco volvería a recuperar el argumento en Los depredadores de la noche. Y nuestro Pedro (Pe says), le rinde homenaje, copiándola, en su mimética La piel que habito.

viernes, 16 de diciembre de 2011

A Lone Tree

3*

De entre todas las películas del nuevo cine surcoreano que llegan a Europa, los thrillers y los films de terror acaparan casi toda la atención mediática (The Host, Dos hermanas, Memories of a Murder, I Saw the Devil, por poner sólo algunos conocidos ejemplos). Por eso es soprendente encontrar esta producción de 2010. El novel director surcoreano Song In-Sun rueda una amarga y contemporánea historia, salpicándola con tiernos y humorísticos momentos. Un joven bombero de Gangwon (provincia al norte de Corea del Sur), casado y con una niña de 6 años, descubre que está gravemente enfermo y toma la decisión de no decírselo a ninguno de sus familiares más cercanos, ni siquiera a su mejor amigo y compañero de trabajo. Con algunos parecidos con Mi vida sin mí, de Isabel Coixet, la película mantiene constantemente un difícil equilibrio entre el drama más convencional y la disección de caracteres típica de una buena parte de la filmografía asiática, especialmente de la japonesa y de la surcoreana, con una puesta en escena sencilla pero sutil, una fotografía sobreexpuesta y un estilo cinematográfico occidentalizado en su conjunto, lo que se aprecia hasta en la BSO, con ciertos toques de guitarra y unos pianos arpegiados que recuerdan a Gustavo Santaolalla y a Masaru Hoshii, respectivamente


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Mis 5 películas navideñas imprescindibles:



-       Plácido (1961), de Luis García Berlanga.
-       Gremlins (1984), de Joe Dante.
-       Pesadilla antes de Navidad (1993), de Henry Selick.
-       Last night (1998), de Don McKellar. 
-       Tokyo Godfathers (2003), de Satoshi Kon.


lunes, 12 de diciembre de 2011

La chica de la fábrica de cerillas

3*

Aki Kaurismäki es un director finlandés que siente una especial predilección por el minimalismo (en toda su extensión), por el cine de Bresson y por una clase de humor negro y absurdo por igual (con referencias a los Marx Brothers). Todo lo cual le acerca a su discípulo usamericano, Jim Jarmusch, con quien comparte intenciones, resultados e, incluso, cameos. En La chica de la fábrica de cerillas, estrenada en 1990, Kaurismäki logra sintetizar las características de su cine, 12 años antes de su soberbio El hombre sin pasado, mediante una historia narrada con largos planos fijos, ligerísimos movimientos de cámara y un montaje moroso que, por momentos, hace pensar en un documental, aunque de ficción. La película forma parte de la llamada Trilogía proletaria y su argumento se centra en una joven que trabaja en una fábrica de cerillas y que vive con su madre y su padrastro sin recibir afecto alguno. Tristezas, sueños rotos y amores no correspondidos se dan la mano en una gélida historia que, finalmente, acaba convirtiéndose en una especie de cuento cruel, a la manera de los de Villiers de L'Isle-Adam, aunque una ligera afinidad con Mouchette de Bresson también es factible.






domingo, 11 de diciembre de 2011

El halcón y la presa

3*

Sólo dos años después de que el gran Sergio Leone inaugurase oficialmente el spaghetti-western con su Por un puñado de dólares (1964) -en la estela de nuestro Joaquín Luis Romero Marchent-, Sergio Sollima presentaba el primero de sus tres estupendos westerns, con el excelente Tomás Milian como protagonista. En este caso, un obtuso y obsesionado Lee Van Cleef (Jonathan Corbett) debe perseguir a un mexicano que ha sido acusado de haber violado y asesinado a una niña (Manuel "cuchillo" Sánchez). De ahí el título de la película: El Halcón y la presa. Pero lo que confiere entidad a esta obra es el carácter ambiguo de los personajes, la gama de grises con la que son retratados justo hasta el final de la historia. Aquí reside, de hecho, la principal riqueza del film: en desdibujar las fronteras que separan a la figura del perseguidor de la del perseguido, ensombreciendo también las razones y los motivos de cada uno de ellos. Además, Sollima se apoya en ciertas pinceladas histórico-políticas y en un guión que, si no inteligente, sí es, por lo menos, bastante perspicaz, tanto en el desarrollo de la acción como al nivel de los diálogos. Fotografía del veterano Carlo Carlini, música del luego famosísimo Ennio Morricone y producción habitual de Alberto Grimaldi.


sábado, 10 de diciembre de 2011

Movida del 76

3.5*

Richard Linklater despliega la cámara justo el último día de clases antes del verano, en un instituto de su Houston natal, en mayo de 1976, y nos regala su particular radiografía -con efectivos y afectivos tintes sociológicos- de toda una generación, como ya hiciera George Lucas en American Graffitti, de 1973. Para ello, nada mejor que contar con un guión que trama convenientemente una gran variedad de historias con una gran variedad de caracteres sociales, en un ambiente de euforia colectiva donde los ritos de iniciación y los sueños de cada personaje conforman la realidad pero también el horizonte de sus proyectos vitales. Si añades una paleta de actores bien adaptada a las necesidades de la historia (Jason London, Ben Affleck, Parker Posey, Matthew McConaughey, Adam Goldberg, Milla Jovovich, Cole Hauser, entre otros) y una buena muestra de éxitos musicales de los setenta (Deep Purple, Alice Cooper, War, Lynyrd Skynyrd, Ted Nugent, entre otros), Dazed and Confused (que es el título original de la película y un claro homenaje a los Led Zeppelin) se tranforma en una de las mejores High School Movies usamericanas de todos los tiempos. Probablemente, la versión nerd de Movida del 76 sea Academia Rushmore de Wes Anderson, estrenada sólo 5 años más tarde, en 1998.


jueves, 8 de diciembre de 2011

Solaris

4*

Dos han sido las versiones que, por ahora, han intentado trasladar a imágenes la extraordinaria novela de ciencia ficción homónima de Stanislaw Lem, publicada en 1961: la película de Andrei Tarkovski (de 1972) y la de Steven Soderberg (del 2002). La primera es, sin duda alguna, la mejor de ellas porque constituye el intento más serio y conseguido de trasladar a la pantalla tanto la trama de la novela como su espíritu filosófico, psicológico y místico. Solaris es el tercer film del director ruso (si excluimos sus primeros trabajos como estudiante) y una de sus obras maestras, aunque el propio Tarkovski no quedó satisfecho del todo con el resultado porque lo consideraba ordinario, convencional. Con la influencia de un selecto e importante grupo de directores (Buñuel, Bresson, Bergman, Mizoguchi, entre otros) pero desarrollando un estilo personalísimo, fundado en una obsesiva puesta en escena, en una fotografía pausada y en un sereno pulso narrativo, Tarkovski plasma el complejo drama psicológico de la novela en unos absorventes 165' que, desde luego, no parecen aconsejables para todos los públicos, especialmente para aquellos que han crecido subyugados por los acelerados montajes de las películas de Michael Bay. Una curiosidad: en esta película, como en la innovadora obra autobiográfica El Espejo, se pueden encontrar interesantes referencias a España. En Solaris, en concreto, al Quijote.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Los Goonies

3*

Cine para toda la familia de la mano del tándem formado por Richard Donner (en la dirección) y Spielberg, Kennedy y Marshall (en la producción), sobre un argumento del propio Spielberg (guionizado por él mismo y por Chris Columbus). Cuenta la historia de un grupo de amigos proto adolescentes que encuentran un mapa del tesoro en el desván de la casa de uno de ellos, justo un día antes de que vayan a ser desahuciados de los Muelles de Gun. A partir de ese momento, vivirán toda una serie de peripecias y aventuras en busca de ese tesoro, perteneciente a un famoso pirata llamado Willy el tuerto. Ambientada en la ciudad de Astoria, en el estado de Oregon, y con unas localizaciones que se han convertido en destino de peregrinación para miles de fans en todo el mundo, la película constituye todo un clásico del cine palomitero de la década de los ochenta, con hit de Cyndi Lauper incluído (The Goonies 'R' Good Enough), y con toda la razón, especialmente por unos prodigiosos primeros 15' y por un hálito de aventura mítica, inciática, que salpica todo el film. La vibrante música de Dave Grusin, ciertos diálogos y algunos de los personajes han pasado ya a la historia de la iconografía y la cultura populares, especialmente Sloth, Bocazas, Data y los Fratelli. Los Goonies supuso el debut de Josh Brolin y la primera película importante de Sean Astin, más conocido por interpretar al mejor amigo de Frodo, Sam, en la expectacular versión de El Señor de los Anillos de Peter Jackson.



lunes, 5 de diciembre de 2011

Un método peligroso

3*


Quien haya disfrutado de la irónica y amarga literatura de Arthur Schnitzler (por utilizar las palabras de Claudio Magris), le sorprenderá muy poco descubrir los pormenores de la vida cotidiana de la burguesía mitteleuropea, tal y como queda retratada en la última película de David Cronenberg, y los factores que la sustentan: una defensa de la vida familiar, las convenciones matrimoniales y las apariencias sociales, en contraste con una obsesión por la satisfacción de los apetitos y las pulsiones sexuales, y todo ello en un clima de represión (ya subrayado por Michel Foucault). Sin embargo, como afirma el propio Jung en la película, es posible que exista en la vida algo más que sexo, en contra de lo que pueda decir el propio Freud o, incluso, un Woody Allen. Y a esto se dedica toda la historia: a desentrañar si existe o no dicha posibilidad. Así, además de una pugna intelectual entre Sigmund Freud y su discípulo C.G. Jung (lo que los personajes hablan), Cronenberg narra la relación triangular entre ambos y una paciente del segundo, la atormentada Sabina Spielrein (lo que los personajes hacen), con las teorías freudianas y el trastorno neurótico de la paciente catalizando toda la acción. El clásico Psychopathia sexualis, de Richard von Krafft-Ebing (1886), ya describió lo que constituye el caso clínico central de la historia: un caso de masoquismo (como el de Belle de jour), que pone sobre la mesa, además, el sadismo latente del terapeuta. Cronenberg sigue con su transición hacía un clasicismo en la forma y en el contenido, que ya comenzara con Spider y con Una historia de violencia, a costa de su torturado y viscoso mundo anterior, a lo que hay que añadir un comentario crítico: se abusa del plano en profundidad (un rostro en primer término y otro al fondo: ambos enfocados), como hiciera De Palma en Carrie y, con más tino, John Houston en Freud, pasión secreta, la cual, como instrumento pedagógico, al servicio del psicoanálisis, es bastante más efectiva. Por otro lado, hay que destacar el excelente trabajo de Michael Fassbender. Finalmente, la película se sostiene sobre una frialdad emocional y estética que sí, puede ser coherente con la época, pero también pueder ser interpretada como un síntoma del tipo de interés que despierta la historia.


El poder de la fuerza

1*

El primer papel protagonista de Chuck Norris después de algunos papeles secundarios (como en su mítica aparición en El furor del Dragón, dirigida por Bruce Lee). El bueno de Chuck debe buscar a su hermano, que ha desaparecido en un pueblo cuasi abandonado a su suerte por la civilización occidental y que está controlado por un libidinoso juez. El poder de la fuerza es una cutrísima y bizarra película dirigida por un tal Don Hulette, con una ambientación que da mucha pena, unos actores que avergüenzan al AAAA (Associated Actors and Artistes of America), un guión menos elaborado que el pollo frito, una BSO que recuerda a las de las cintas pornográficas y un Chuck Norris empaquetado en unos auténticos action jeans, con unas botas texanas y una camiseta amarilla la mar de graciosa. Lo único interesante de todo este conglomerado de despropósitos es el retrato del juez, interpretado por un secundario solvente como George Murdock, conocido por sus papeles en series como Ironside o la más allegada The Dukes of Hazzard.




domingo, 4 de diciembre de 2011

La boda de mi mejor amigo

2.5*

Después del éxito cosechado con la coproducción franco-australiana La boda de Muriel, P.J. Hogan se lanza a la arriesgada empresa de rodar otra comedia sobre una de las aspiraciones máximas de cualquier Bridget Jones: casarse. Así, una buena parte del engranaje profesional de Hollywood (László Kovács en la fotografía, BSO de James Newton Howard, canciones de Burt Bacharach) se pone en marcha para dar como resultado una comedia por encima de la media que, casi casi, llega a mantener una sonrisa constante en el espectador aunque no ofrezca momentos espectacularmente ingeniosos. Además, entretiene con un aceptable guión y soprende por sus correctas interpretaciones. A destacar, sobre todo, ese juego de acentos y formas de expresión que define a los personajes y que es tan típica de las películas USAmericanas. Por otro lado, el papel de Rupert Everett es tan memorable que se tuvo que modificar el final original para que su personaje cerrara la película.



Reservoir Dogs

3.5*


En 1992, Quentin Tarantino ofrecía su tarjeta de presentación al público mundial, rodada en poco más de un mes. Lo que iba a ser una película más del floreciente cine independiente usamericano, se transformó rápidamente en una auténtica película de culto, con una enorme influencia en el cine posterior. Las razones: la intervención inestimable de Harvey Keitel como promotor y como protagonista del film, por un lado, y una visión personalísima, idiosincrática, de hacer cine basándose en el mismo cine, por el otro. Además, el paso triunfal por varios festivales de cine durante los años 1992-1993, que adjudicaron un mediático aval a la calidad y originalidad del producto. Sobre la base de una cinefilia impenitente (pulida gracias a su trabajo en el mega videoclub Video Archives, de Manhattan Beach), Quentin Tarantino presentó, con esta imperfecta película de serie negra, las características fundamentales de lo que se transformaría en la marca registrada de la casa: una deconstrucción narrativa al servicio, paradójicamente, de una visión tradicional de la trama; el saqueo permanente de recursos cinematográficos ajenos (en este caso, de Sergio Corbucci, por ejemplo); un respeto incondicional por el cine de género a base de intentar trascender sus propios límites; homenajes intertextuales constantes a la historia del cine; el diálogo constructivo entre las imágenes y la BSO (compuesta, en su mayor parte, por canciones elegidas por el propio director); una exquisita intuición para la selección y para la dirección de actores; una elegante e irreverente concepción del guión, con unos diálogos realmente convincentes, a consta de parecer muchas veces insignificantes e, incluso, ridículos; y, por encima de todo, una visión icónica del lenguaje y de la puesta en escena fílmicos, que transforma el visionado de sus películas en una experiencia pulp además de cool. Para sublimar y enmascarar todas estas características, respectivamente, Tarantino rodaría, años después, sus dos postmoclásicas obras maestras, Pulp Fiction y Jackie Brown.



viernes, 2 de diciembre de 2011

Los cuatro hijos de Katie Elder

3*

Con una sólida carrera como director de westerns, Henry Hathaway dirigió esta película en 1965 con la sombra del John Ford de Centauros del desierto y del Howard Hawks de Rio Bravo justo a su espalda. Rodada con el característico e impresionante Panavisión y con una fotografía de lujo del muy peckinpahiano Lucien Ballard, Los 4 hijos de Katie Elder cuenta la historia de cómo una auténtica -pero continuamente ausente- madre coraje (en el sentido brechtiano del término) consigue encarrilar las vidas de sus cuatro vástagos, en una ciudad (Clearwater) dominada por el vulgar cacique local. Y todo ello, simplemente, con el recuerdo, la influencia y la admiración que despertó en sus vecinos y amigos. A su vez, la historia les sirve en bandeja a John Wayne, Dean Martin y a sus otros dos hermanos, la excusa perfecta para el desarrollo de una venganza anunciada. No se trata del mejor de los westerns rodados por Hathaway (sin duda, ese honor lo ostenta Valor de ley) pero sí estamos ante un excelente relato épico acerca de cómo los hombres pueden reinventarse a sí mismos y acerca de cómo tienen, hasta cierto punto, el destino en sus manos. La siempre conmovedora música de Elmer Bernstein pone el contrapunto perfecto a cada una de las etapas de la historia.



jueves, 1 de diciembre de 2011

Los santos inocentes

4*

En la España de los años sesenta del siglo XX, una familia de campesinos vive y trabaja en el cortijo de unos caciques aristocratizados, a cambio de un mísero sustento y con la contrapartida de padecer, constantemente, la humillación y el desprecio propios de una sociedad elitista, inmisericorde y egoísta. Mario Camus adaptó la novela homónima del gran escritor vallisoletano, Miguel Delibes, para narrar una grandísima historia de sometimiento físico y moral, en una España reciente con la que muchos espectadores no se quieren sentir identificados. Sin embargo, tanto el contexto histórico como el argumento son dolorosamente verosímiles y, por eso mismo, desgarradores, atrozes. Hay que destacar al plantel de actores, francamente en estado de gracia -especialmente Alfredo Landa, Francisco Rabal y Juan Diego-, y la música del original compositor Antón García Abril -el creador de la icónica cabezera de El hombre y la tierra-. La película puede ser leída como una radiografía del franquismo, entendido como un cáncer dominante y represivo.



domingo, 27 de noviembre de 2011

Mis 5 imprescindibles de Audrey Hepburn:




-       Sabrina (1954), de Billy Wilder.
-       Desayuno con diamantes (1961), de Blake Edwards.
-       Dos en la carretera (1967), de Stanley Donen.
-       Sola en la oscuridad (1967), de Stanley Donen.
-       Robin y Marian (1976), de Richard Lester.



sábado, 26 de noviembre de 2011

Mr. Brooks

3*


Hay directores de cine a quienes se les conoce por una única película. Quizás el caso más famoso sea Charles Laughton y su maravillosa La noche del cazador. Quizás el menos conocido sea Bruce A. Evans, el director de Mr. Brooks (del cual obviamos su insustancial primer trabajo). Kevin Costner interpreta a un auténtico pero aburguesado serial killer que tiene problemas de conciencia y que pretende curar su adiccion a despachar vidas asistiendo a sesiones de Alcohólicos Anónimos. Una idea que fascinó tanto a William Hurt que, al parecer, le decidió definitivamente a aceptar su rol de policía. Evans firma una sorprendente y estimulante pelicula sobre la vida de dicho asesino y consigue enganchar al espectador, sin ningún artificio cinematográfico, hasta un final realmente inesperado. Merece una mención aparte la actuación del gran William Hurt. Por cierto, también aparece una tal Demi Moore.

martes, 22 de noviembre de 2011

El curioso caso de Benjamin Button

3.5*


El curioso caso de Benjamin Button cuenta la historia de un ser extraordinario que nace con la apariencia física de un anciano y va cumpliendo años y viviendo su vida al revés: es decir, rejuveneciendo constantemente. Para ello, se presentan dos planos narrativos, tal y como hizo Clint Eastwood en Los puentes de Madison: el de la vida, aventuras y amores del protagonista y el de una mujer joven que narra un diario a su anciana madre, postrada en la cama de un hospital. Inspirándose en un relato de Francis Scott Fitzgerald -que, a su vez, se basa en un comentario de Mark Twain-, el siempre sorprendente David Fincher firma una película inmensamente triste sobre la fugacidad de las cosas y, especialmente, sobre la brevedad de la felicidad, a la que siempre hay que esperar tenaz y pacientemente y que, por eso mismo, es un sentimiento de plenitud pasajera que conviene disfrutar con la ingenuidad de la infancia. Además del dominio técnico de Fincher, hay que destacar el excelente diseño de producción, el maquillaje y los efectos visuales, que consiguen hacer medianamente creíbles las continuas transformaciones de los personajes. En un mundo como el nuestro es imposible que pueda existir alguien como Benjamin Button y no por el carácter fantástico de la propuesta sino porque sería acosado por la curiosidad anquilosante de la ciencia y nada de lo que -según Fitzgerald y Fincher- vivió, hubiera podido experimentarlo. De hecho, ¿por qué aparece varias veces un colibrí en esta melancólica historia? La respuesta es evidente: porque es el único pájaro que puede volar hacia atrás y, curiosamente, ha sido perseguido hasta casi su exterminio total simplemente para la confección de prendas femeninas.




lunes, 21 de noviembre de 2011

La tumba de las luciérnagas

3.5*





El Studio Ghibli siempre ha proporcionado películas de animación muy elaboradas y con un altísimo nivel de calidad, tanto en los aspectos técnico-artísticos como en los aspectos ético-narrativos. Sin ninguna duda, el maestro del estudio es Hayao Miyazaki (uno de sus fundadores) pero Isao Takahata (mentor y cofundador del mismo) no se queda nada atrás, especialmente si tenemos en cuenta esta película y la magnífica Recuerdos del ayer. En La tumba de las luciérnagas, Takahata mantiene los estándares del estudio al adaptar una novela autobiográfica de Akiyuki Nosaka sobre la lucha por la supervivencia de dos hermanos, de 14 y 5 años, tras el bombardeo y destrucción de su ciudad, Kobe, en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Mientras que en otro clásico animado sobre los desastres de la guerra, en Cuando el viento sopla, la lucha por la supervivencia se basaba en el mantenimiento absurdo de una rutina, en ésta, esa lucha, es el retrato solitario de una batalla perdida por el sustento y la felicidad, en un contexto de duelo familiar, desamparo personal y cruel indiferencia social. La historia comienza de una forma desgarradora, continua con una sucesión de momentos tristes y tiernos para, finalmente, desembocar en una conclusión que, aunque ya conocida, no deja de ser igualmente desoladora. Y es que la sombra de Heidi y de Marco es alargada.


9 canciones

2*


Michael Winterbotton -el director de la sorprendente Tristram Shandy: A Cock and Bull Story- se inspiró en una novela de Michel Houellebecq para rodar una historia sobre dos jóvenes que se enamoran, asisten a conciertos, mantienen relaciones sexuales, charlan de vez en cuando y, finalmente, se separan. Mucha música y mucho sexo para una película rodada en formato digital, que juega a parecer un documental y que aporta muy poco en ambos planos, salvo una buena dosis de sexo explícito. Algo inusual para una película que ha gozado de una distribución convencional. En México, directamente, se conoce como 9 orgasmos.




jueves, 17 de noviembre de 2011

El resplandor

4*

En las listas de las películas más terroríficas de la historia del cine, El Resplandor suele figurar al lado de El Exorcista, Poltergeist, La Matanza de Texas y otras cintas sobre terrores primigenios. Lo curioso del hecho es que, en dichas listas, no aparecen películas filmadas antes de los sesenta (la excepción suele ser Psicosis). La conclusión parece evidente: el terror es una emoción universal pero el objeto de ese miedo extremo va cambiando con la edad y con los tiempos. Stephen King era muy consciente de este hecho cuando escribió la excelente novela que Stanley Kubrick adaptó -con varios cambios- en esta gélida y desasosegante película y cuyo título se refiere a la capacidad de algunas personas o lugares para resplandecer. La historia no puede ser más sencilla: Jack Torrance (Jack Nicholson) es contratado para cuidar un hotel de montaña que estará cerrado en temporada baja. Su mujer y su hijo van a vivir con él, al Overlook de Colorado (un hotel que, realmente, está en Oregon). Pero, según va acercándose el invierno, comienzan a ocurrir sucesos realmente ominosos y amenazantes. La sensación de aislamiento, el recuerdo de los crímenes cometidos en el hotel y las propias visiones del protagonista, comienzan a producir cambios en su comportamiento, cambios que desencadenan una espiral de horror y sobresaltos hasta el clímax final (aunque, curiosamente, en la película solo se muestra un asesinato). Kubrick rodó esta historia con su habitual estilismo y perfección técnica (popularizando la steadycam en las escenas en las que, por ejemplo, el hijo de Torrance cicletea por el hotel), explotó la perturbadora sensación de hacer aparecer el miedo en contextos muy bien iluminados, añadió innovadores efectos sonoros a una BSO de Ligeti y Penderecki y, finalmente, consiguió extraer la vena más inquietante de Jack Nicholson, en un papel que terminaría siendo mítico. La película fue rodada en Inglaterra, en los Elstree Studios, durante más de 50 semanas y, como curiosidad, algunas famosas escenas recuerdan a La carreta fantasma, de Victor Sjöström.



miércoles, 16 de noviembre de 2011

Earthlings

3*


Joaquin Phoenix pone la voz en off a una película documental, dirigida por Shaun Monson, sobre la explotación animal en las sociedades contemporáneas, en los cinco ámbitos en los que el resto de los animales sirven a nuestros intereses, unas veces de manera más o menos justificada, otras veces arbitaria e innecesariamente. Sin embargo, la película muestra que dicha explotación se levanta sobre una crueldad que ejercemos de manera rutinaria, maquinal y casi inconscientemente sobre nuestros semejantes animales. Esos cinco ámbitos son: la industria alimentaria, la de pieles, la de las mascotas, la del entretenimiento y la de la experimentación científica o comercial. Una película realmente terrible y desagradable pero muy necesaria. El material básico está constituido por videos rodados en cada una de esas cinco industrias, durante seis años, que están convenientemente montados para conformar un todo dramático en el que la BSO de Moby cobra un valor añadido. Hay que ver esta película: nuestro futuro moral depende de ello porque todavía existen muchas personas que se niegan a reconocer su complicidad con alguno de estos ámbitos de explotación animal. Como decía Richard Rorty, uno de los más influyentes filósofos del siglo XX, el problema moral más acuciante de nuestro planeta es cómo reducir al mínimo la crueldad existente en el mundo. Para empezar, conociendo y denunciando su existencia. Para continuar, ofreciendo a los animales una vida digna y una muerte compasiva. Y para seguir, por ejemplo, adoptando el vegetarianismo. Argumentos parecidos son también los de Elizabeth Costello de Coetzee.


martes, 15 de noviembre de 2011

Borat

2.5*




El periodista más famoso, soez y reaccionario de la televisión de Kazajistán, Borat, visita los EE.UU. para grabar un documental sobre la cultura de tan aventajado país. Sacha Baron Cohen -con la dirección de Larry Charles- recupera un personaje que ya había aparecido en una de sus películas (en Alí G anda suelto) para perpetrar una despiadada e inteligente crítica de buena parte de la sociedad usamericana y denunciar algunas de sus convenciones y disparates (más allá del humor chabacano y zafio que constituye la capa superficial de la película). Borat demuestra que se puede ser estúpido, irracional e hiperprejuicioso y, aun así -o precisamente por eso-, dominar el mundo.